Las amarguras que el tiempo arroja dentro de mí las sustrae de mis
poemas. Me he llenado de arrugas, para permanecer terso ahí donde nadie me
recordara. Una rosa que se vuelve poesía te puede destrozar mucho mas que un puñetazo
que no se vuelve poesía. Millares de palabras se marchitan en los libros rojos,
cuando una simple muchacha dispara. Al parecer, incluso para derrocar gobiernos
-qué triunfo- se necesita la buena calidad. En la tristeza de la interminable
mediocridad que nos ahoga por todos lados, me consuela que en algún lugar, en alguna
habitación pequeña, algunos obstinados luchan por eliminar el desgaste. Con
pleno conocimiento de que un día este planeta se congelara o se incendiara
junto con sus logros. Ellos, otro tipo de héroes, son los que harán quedar bien
a la alguna vez humanidad. Extraño: en nombre del humanismo, desde siempre los
pueblos han dado dos pasos adelante y los poetas dos pasos atrás. No nos engañemos.
No te haces vegetariano comiendo cordero pintado de verde. Que reduzcas un
poema a su sentido esencial no tiene ningún sentido. Una cámara fotográfica
oculta en la mala poesía nos condena a volver a ver aquello que hemos visto
muchas veces -y a no ver aquello que nunca hemos visto. Seguramente la
capacidad de observación es un gran defecto para el poeta que, al final, acaba
tomando las nubes por nubes. Muchas mentiras esperan en fila para ocupar el
lugar de la verdad. Al menos mintamos correctamente. Muchos en la poesía, porque
resulta que son feos, proclaman que Dios hizo feo al mundo. Algunos incluso
llegan mas lejos: porque alguna vez estuvieron en peligro de ahogarse, insisten
en que el mar no es azul. No percibes la magia con la interpretación de la
magia, mucho menos con la descripción de la interpretación de la magia. O
cantas, o callas. No dices: esto que hago es canto. Eso faltaba. Si los pájaros
pensaran nos arrojarían piedras -perdón, quise decir excrementos. En nuestros tiempos
se admira mas al diamante que se vuelve carbón que al carbón que se vuelve
diamante. La sensación del fracaso continua siendo el buen conductor de las
emociones en una mayoría a la que, queriéndolo o no, este complejo la domina
toda su vida. Joven, recuerda: no te haces esclavo cuando te somete solo quien
tiene el poder -sino también quien lucha en su contra. Olor de los Textos: a
madera húmeda en el fuego, o a hojas podridas, o a habitación vacía. Y mas: a
piedra ardiente en el sol, a establo, a cabello sin lavar de una mujer hermosa.
!Pobre Guerlain! Cuidado con la emoción. Si es hechicera, no deja de ser embustera.
De la misma manera en que a veces una palabra (no necesariamente bonita o rara)
se vuelve el pretexto para crear todo un verso, de tal modo que esa palabra
pueda encontrar su lugar preciso y resplandezca, ese verso, a su vez, por la
misma razón, se vuelve a veces pretexto para crear todo un poema, cuyo contenido,
si nació de dos o tres silabas humildes, como sentido esta tan alejado de ellas
como un hombre completo del placer de un instante, que se volvió la razón de que
existiera. Toda gran música, en el fondo, es un menosprecio de la muerte. Lo
Uno y lo Absoluto que concibe nuestra mente es lo mucho y lo relativo de los demás,
llevados a la claridad de la unidad. La distancia de la ''nada'' a lo ''mínimo''
es mucho mas grande que la de lo ''mínimo'' a lo ''mucho''. Grecia es el país
dorado de la Poquedad que inutiliza el valor del numero; pero también el país
negro de lo Desigual, donde ningún destino se corta a la medida dada del
inicio. En la vida, que aciertes a algunas codornices significa: las mataste.
En el arte: las resucitaste. El arte, aun cuando se dirige hacia la muerte, la
sube; no cae dentro de ella. Y es por eso que cuanto mas se agota la vida,
tanto mas la obra flota con la cabeza de fuera. Solo que, a veces, algunos no perciben
el espejo y se rompen la cara. Si hay algo que teme el artista consciente es
que sabe que los cadáveres de las malas obras son peores que los del hombre. Es
cómico, pero las palabras que te ayudan a vivir al otro le ayudan a matarte.
o. e.
[fragmento]
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