Ninguno, que se sepa, tuvo
jamás idea de lo que cielo es. Esta palabra, cielo, es nada más una armazón, un
garabato seco, para usarlo cuando no se halla otro en que quepa lo que quiere
decirse. Esto es, en efecto, algo inefable, algo infinito, azul, dulce, dichoso
sin medida. No existe la palabra, no existe el pensamiento, no existe la ternura
ni el dolor bastante largo para poder tocar la cuenca de esta techo sin techo
que nos cubre.
Un pájaro es nuestro
anhelar, un pájaro que se hunde vanamente en el vacío de nuestra alma, y sólo cuando
con la piadosa ilusión que nos procura nuestro propio cansancio, transformamos
en fuente de agua viva, cualquier brillo fugaz, decimos cielo, ensueño, amor, o
dueño mío. Palabras solas son, palabras muy distantes, palabras que sólo usamos
a fin de imaginar que no rompemos la aparente concatenación de nuestro ser, a
fin de no enfrentarnos con la angustia de admitir que estamos rotos, palabras que
sólo sirven para llenar con algo los abismos que vigilan, sedientos, en nuestro
corazón, los puentes 56 que nos faltan para poder ligar los tramos que no hallamos
del camino hacia nosotros mismo, las vacantes en sombra de nuestra existencia,
los vanos o desvanes que no tienen identidad precisa y pueden contener cien
mil, pero imprecisas.
Nadie, que se sepa, tuvo
jamás idea de lo que cielo es. Él tampoco tiene; pero su corazón se finge que
sí sabe, y vendándose los ojos, por un acto de su voluntad de que no da parte a
su conciencia, se encierra y vive a oscuras, poseído por la representación que
se ha hecho, consistente en que, al abrazar el dosimétrico fulgor que proyecta
sobre una abertura practicada en un muro, abrazo el infinito, inabarcable cielo.
Empero, insisto, ninguno, aparte de él podrá entenderlo nunca.Y es que cada uno
se proyecta e inyecta de un modo diverso, su individualidad, la suma que
resulta de sumar la inmensidad de su hambre de luz, más la inmensidad de sombra
de su espíritu.
He aquí otra palabra
semejante, otra palabra igualmente vaga, inmensa, irrellenable: “espíritu”. ¿Qué
quiere decir espíritu? Unos están seguros de tener espíritu, otros tienen
determinadas dudas, otros no creen en esas cosas, otros les tienen miedo a los
espíritus.
Efrén Hernández.
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