domingo, 15 de septiembre de 2013

Homunculus et la Belle Ètoile

Braids
En el mar de Vizcaya se adorna 
la joven esmeralda, estrella de la tarde, 
buena luz para los ebrios, las viudas, los poetas 
y las damas próximas a casarse
 
Por esta luz los peces salobres 
se arquean en el mar como ramas de árboles, 
mezclando muchos rumbos 
hacia arriba, hacia abajo
 
Qué plácida resulta una existencia 
en la que esta esmeralda encanta a los filósofos, 
hasta que negligentemente se inclinan 
a bañar sus corazones en una luna tardía
 
Sabiendo que pueden traer de vuelta el pensamiento 
en la noche que ha de ser aún silenciosa, 
reflejando esto o aquello
antes del sueño
 
Aun mejor será si, como escolares, 
ellos piensan fuertemente en los puños oscuros 
de capas voluminosas, 
y se afeitan el cuerpo y la cabeza. 
Puede bien ser que sus amantes 
no sean flacos fantasmas huidizos

Pueden después de todo ser frívolas, 
fecundas, 
exuberantemente bellas, ansiosas, 
desde cuyo estar bajo las estrellas, en la margen del mar, 
el íntimo bien de sus búsquedas 
se vuelque en las más simples frases

Es una buena luz, entonces, 
para aquellos que conocen el Platón último, 
tranquilizando con esta joya 
los tormentos de la confusión.


Stevens & Lipking

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