Hubo una vez una mujer.
Era una anciana.
Estuvo en este mundo
setenta y cinco años.
Al cumplir setenta y seis
pensó que ya era demasiado
y se arrojó al mar
para ahogarse entre las olas.
El mar existe hace billones de años
y no le importa los detalles pequeños.
Puede tragarse cada día
cientos de miles de ancianas.
Pero la gente, alarmada,
la trajo de regreso hasta la costa
y en el hospital de la ciudad
la atendieron muy bien.
Ahora está en un geriático
y su historia sigue y sigue.
Inutilmente quiso hallar
una salida al mar.
m. w
No hay comentarios:
Publicar un comentario