viernes, 13 de septiembre de 2013

A la Parcas


Un verano y un otoño más os pido, Poderosas,
 para que pueda madurar mi canto,
         y así, saciado con tan dulce juego,
             mi corazón morirá gustosamente.

El alma que aquí abajo fue frustrada
 no hallará reposo, ni en el Orco,
       pero si logro plasmar lo más querido
              y sacro ante todo, la poesía,

entonces sonreiré satisfecho a las feroces
sombras, aunque debiera dejar
           en el umbral mi voz. Un solo día
              habré vivido como los dioses. 
                               Y eso basta.


H.

No hay comentarios:

Publicar un comentario